Si hay un solo elemento que es capaz de dar un vuelco a tus campañas de conversión en marketing digital, ese es el CTA. Detrás de este botón aparentemente simple se esconden un montón de claves para conseguir que los usuarios hagan «clic» y se queden contigo. Vamos a descubrir cuáles son los secretos de un buen call to action.
Definición: ¿qué es el CTA?
 
Para empezar, vamos a clarificar en qué consiste exactamente un CTA y cuáles son sus características principales.
Lo que llamamos CTA, call to action o llamada a la acción no es más que un reclamo para que los visitantes a nuestro sitio realicen una acción en concreto. Su principal característica es que tiene forma de botón o de enlace y un texto que anima al usuario a hacer clic.
Por lo general, este texto contiene términos en modo infinitivo o imperativo («enviar», «apúntate ya», «descarga el ebook»), aunque no siempre es así, ya que a veces se recurre a soluciones creativas como «Yo me apunto».
Otra característica que suele identificar a los call to action es que presentan un diseño que les hace destacar dentro de la página, por ejemplo, un botón en relieve con un color que genere contraste.
 
Los call to action en el embudo de conversión
 
La principal razón de ser de los CTA es empujar al usuario a una acción concreta, por ejemplo, descargar un contenido o apuntarse a una prueba gratuita. Por ello, suelen estar presentes en landing pages con formularios.
A la hora de diseñar los call to action, es necesario tener en cuenta en qué etapa del embudo de conversión estamos trabajando, ya que no es lo mismo dirigirnos a alguien que nos visita por primera vez que a un cliente habitual. A grandes rasgos, podemos distinguir entre tres etapas principales:
  • TOFU («top of the funnel»). En la parte superior del embudo de conversión tenemos a los usuarios que apenas empiezan a identificar su necesidad y no conocen todavía nuestra marca. Aquí por lo general buscaremos que se incorporen a nuestra base de datos, ofreciéndoles un contenido de interés que responda de manera general a esta necesidad. Por ello, los call to action también deberán ser bastante genéricos.
  • MOFU («middle of the funnel»). Aquí los visitantes ya han expresado un interés en nuestra marca, quizá convirtiéndose en leads. Por tanto, podemos intentar atraerle con ofertas más específicas, que respondan exactamente a lo que quiere. Esta concreción también se reflejará en los CTA, que ya no tienen por qué ser tan genéricos.
  • BOFU («bottom of the funnel») o usuarios ya convertidos. En esta categoría podemos agrupar a los usuarios que sabemos que están listos para comprar o que incluso ya lo han hecho con anterioridad, por lo que podemos usar estrategias de conversión mucho más agresivas. Aquí ya no nos apoyaremos tanto en los contenidos gratuitos, sino que intentaremos buscar la conversión a venta. Incluso es posible detallar el precio dentro del CTA o recurrir a copys como «Ahorra 200 euros».
 
10 consejos para crear CTA más efectivos
  1. Analiza a quién te diriges. Si hay una sola máxima que resumen el marketing, debería ser la de «conoce a tus clientes». Según sea nuestro buyer persona, así serán las ofertas que le interesen y las técnicas que podemos usar para atraerle. Por tanto, el primer paso es pensar en qué le interesa a nuestro cliente ideal y cómo podemos ofrecérselo.
  2. Salte de lo típico. Todos estamos hartos de los formularios con el botón «Enviar», que además no dice nada. Si quieres incrementar tu ratio de conversión, atrévete con los copys más directos y creativos. Eso sí, ten en cuenta que siempre debe quedar claro cuál es tu oferta y qué quieres que haga el usuario.
  3. Cuida el diseño. Para diseñar un buen CTA, hay que equilibrar dos necesidades diferentes: la de que destaque entre el resto de elementos de la página y la de que esté en línea con la guía de estilo y la imagen de marca. ¡Prueba con diferentes colores y formatos!
  4. Adáptate a diferentes dispositivos. De nada te servirá tener el call to action más bonito del mundo si los usuarios de móvil no pueden hacer clic. En función de la pantalla que se use, las necesidades pueden ser muy distintas, así que asegúrate de estar preparado para todas las posibilidades.
  5. No abuses. Si una landing page es muy larga, puede ser buena idea poner una llamada a la acción en la parte superior de la página y otra al final, cuando el usuario haya hecho scroll para leer todas las características de la oferta. Pero nunca es buena idea abarrotar la página de botones por todas partes.
  6. Crea una sensación de urgencia. Cuando sabemos que un recurso es limitado, nos damos mucha más prisa para aprovecharlo. Por eso, los mensajes tipo «oferta limitada» o «solo quedan 48 horas» pueden animar al usuario a hacer clic.
  7. Aprovecha el poder del gratis. Otro truco viejo pero efectivo: ofrece contenidos de valor de manera gratuita y destaca que el usuario no va a tener que pagar absolutamente nada. Algo tan simple como incluir la palabra «gratis» en el botón de CTA puede mejorar tus resultados.
  8. Sé concreto. El usuario debe tener muy claro qué es lo que le ofreces y por qué le interesa. Para ello, una técnica muy socorrida es incluir números en tus textos de descripción de la oferta o incluso en el propio botón del call to action.
  9. Elige la ubicación correcta. El CTA debe tener espacio para respirar y estar ubicado en un lugar altamente visible, pero no aparecer antes de que los usuarios hayan tenido tiempo de ver la oferta.
  10. Haz pruebas. Como comentábamos al principio, el call to action es uno de los elementos que más influyen a la hora de atraer conversiones, por lo que también es uno de los que más merece la pena optimizar. Piensa en las diferentes variables que pueden influir en el resultado (tamaño, color, texto, ubicación…) y haz tests A/B hasta que encuentres la fórmula más eficaz.